Al hacer clic en esos enlaces se redirige a los usuarios hacia páginas que imitan los servicios de correo electrónico (por ejemplo, Hotmail) y se les pide que introduzcan su nombre de usuario y contraseña. Entonces, y a partir de ese momento, los gestores del engaño capturan esos datos para utilizarlos en forma fraudulenta.
Con los nombres de usuario y las contraseñas correspondientes en su poder, los intrusos ingresan en las cuentas de correo electrónico y las utilizan para mandar mensajes basura (spam, en inglés) en los que se realizan ofertas de cualquier tipo de productos y servicios. Además, y para captar a otras posibles víctimas, envían mensajes como el recibido a todos los contactos de las cuentas de correo ya apoderadas.
Después de observar que desde una cuenta mandan mensajes del tipo spam, los responsables del servicio de email bloquean la actividad del mismo.
Para desbloquear la cuenta de correo, y también para protegerla, habrá que seguir las recomendaciones de los administradores del servicio. Para este ejemplo, y como el intento de engaño descripto utiliza maliciosamente a Hotmail, habrá que dirigirse al Centro de ayuda de Hotmail.
Cuando se reciban otros enlaces o archivos sospechosos, se sugiere escribirle a la persona que mandó el mail para preguntarle sobre la autencidad del mismo y sobre la seguridad de sus contenidos.
Y se aconseja no ingresar a través de enlaces a sitios bancarios, de comercio electrónico, de pagos online o de transacciones financieras. El ingreso a cualquiera de ellos es más seguro hacerlo escribiendo su dirección de Internet en el navegador o a través de un acceso favorito ya configurado por uno mismo.
Este tipo de engaño no es nuevo pero continua vigente (hoy me llegó un mail con esto) y a la espera de usuarios desprevenidos o desatentos.
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