En la nota “Las comunicaciones en América latina deberían estar fuertemente encriptadas” (por Marcelo Justo de Página/12) Assange advierte que por un lado "Google es excelente para obtener conocimiento, pero también está suministrando conocimiento sobre los usuarios". Y aclara que la empresa, que tiene su sede en los Estados Unidos, "le pasa información al gobierno de manera rutinaria".
Al referirse a la utilización de Internet y las redes sociales en la Primavera Arabe, Assange recordó que "Internet ayudó el panarabismo de la rebelión con gente de distintas partes aprendiendo unos de otros" y a que "Wikileaks difundiera los documentos que dieron más ímpetu al movimiento". Pero también aclaró que si se miraban "los manuales de los grupos que coordinaban las protestas, en la primera y última página recomendaban que no se usaran Twitter y Facebook". Porque, "para las fuerzas de seguridad los mensajes en Twitter y Facebook son un documento probatorio de fácil acceso para arrestar gente."
El periodista recomienda que las comunicaciones que van de América latina al resto del mundo estén encriptadas. Y también insiste en que los individuos deberían hacerlo.
En otra nota, titulada “Facebook es algo abominable” (por Santiago O’Donnell de Página/12), Julian Assange asegura que esta red social la gente pone "literalmente millones de horas de trabajo gratuito al servicio de la CIA" a la vez que mete "a todos su amigos y parientes en una base de datos centralizada para que sea accesible para las agencias estadounidenses".
Por otra parte, y refiriéndose a Twitter, sostiene que si bien es más optimista, "el gobierno estadounidense o cualquier interés comercial pueden cerrar cualquier cuenta de Twitter o hacer que entregue información".
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